lunes, 29 de abril de 2013

PROMOVER E INCENTIVAR LAS ENSEÑANZAS MUSICALES



 Es un tópico educativo considerar la importancia de las enseñanzas musicales para la educación de los niños desde la antigüedad, por ejemplo desde la Grecia clásica y sobre todo en la cultura ateniense, donde la educación “se concretaba en tres aspectos fundamentales: letras, música y gimnasia”. (Escolano, 1984) Pero esto no se corresponde con su valoración y posición curricular actual y quizá con la percepción que tenga el alumnado sobre esta importantísima materia. Por eso, es necesario contemplar el tema motivacional relacionado con el diseño de actividades atractivas y con la “planificación sistemática y rigurosa de las situaciones de enseñanza por parte del profesor”. (García & Doménech, 1997)
Además de la tarea en sí, la motivación intrínseca (que surge del interior de la persona), el contexto tiene mucha importancia para el alumnado y sobre todo “las expectativas que se formulan, especialmente aquellas que las pronuncian personas relevantes para un estudiante (el docente, aunque parece lo contrario siempre lo es), son trascendentales para la motivación de los aprendices”. (Huertas & Montero, 2009). Pensamos que la Música es muy importante, ya no sólo como asignatura, sino porque “la música es un aliado poderoso en el aula”, (Gilbert, 2005) y por su utilidad para la evocación y el recuerdo. (Gilbert, 2005)
 Pensamos que la Música es muy necesaria para la educación de la personas y para la cohesión social, tal como lo constata Cámara (2008) “la participación en actividades de canto sirvió de motivación para implicar al alumnado y cohesionar al grupo, a la vez que promovió el interés por la práctica de cantar y por el repertorio”.
 Como recoge Cámara (2004) en su estudio realizado en la Comunidad Autónoma Vasca, los niños tienen, en general, una buena actitud hacia la Música y centrándose más concretamente en el canto, de una muestra N= 684 de alumnos de quinto curso de Primaria distribuídos en 34 grupos, obtuvo los siguientes datos:

- el 55,8% disfruta con el canto
- el 33% disfruta “a veces”
- el 11,1% no disfruta

 Lo que habría que hacer es animar e interesar a ese 44,1% que no disfruta siempre. Y en el trabajo de introducción a la Música y a las actividades musicales así “como la educación de la voz y la necesidad de un tratamiento preferente en la clase de música” (Cámara, 2008) habría que implicar al profesorado y a toda la comunidad educativa para que adquiriese “su compromiso utilizando la música como medio para transmitir el patrimonio cultural propio, considerándolo elemento fundamental en la educación integral de niños y niñas”. (Cámara, 2008).

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